Dracorumtales
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Draconia, la ciudad blanca

Desde los albores del tiempo, Draconia ha sido uno de los reinos más fuertes e importantes de cuantos pueblan Dracorum. El sobrenombre de la Ciudad Blanca se debe a que el primer Dragon Nindenn-Ka-Yh surgió de sus muros durante la guerra de los Dioses. Después toda la región, conocida hasta entonces como Shinden, tomó el nombre de la ciudad natal del héroe divino y esta pasó a ser su ciudad capital.

La heráldica de la casa de Draconia está representada por dos dragones entrelazados por sus colas, velando cada uno por el otro, como símbolos de la justicia, el honor y la última defensa contra las fuerzas oscuras; los Dragones Ardientes. Esta simbología se ha traducido en una ancestral ley, con tintes de superstición, pues los reyes de Draconia deben tener por lo menos dos hijos (y si no son capaces, adoptarlos) para que sus dos primogénitos, ya sean varones o mujeres, hereden los valores y principios que representan los Dragones Ardientes.

Los Dragones Ardientes

A lo largo de la historia la Ciudad Blanca ha tratado de ser sometida en incontables ocasiones, pero tan sólo el emperador Hazulem lo consiguió, controlando sus fronteras casi nueve años, tras matar al rey Tobaki durante la guerra de las Sombras. Finalmente los actuales herederos del blasón de Draconia, Kirah y Kaly Murako, asumieron el mando de la rebelión y recuperaron la ciudad y el trono que algún día uno de ellos ocuparía.

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