Los maestros alquimistas vagan por la infinita vastedad del océano astral en pos de encontrar mundos a los que transmitir sus conocimientos sobre ciencia y hechicería, pero también de los peligros que entrañan sus enseñanzas y de los efectos y consecuencias que traerían las malas praxis de las mismas.
Las brujas son hechiceras traicioneras que renunciaron a todo el honor y valores que los maestros alquimistas tratan de inculcar a sus estudiantes.
Cuando las hechiceras caen al lado oscuro suelen reunirse en grupos reducidos de cuatro o cinco miembros como máximo (y en la que rara vez son aceptados los hombres) y hacen pactos con demonios o deidades paganas de las que obtienen favores a cambio de obediencia ciega, y que sirven como fuente de su poder.
Los aquelarres suelen ser muy discretos y pocos son recordados, sin embargo Las Espadas de la Luna aún hacen temblar a los pocos que conocen la historia que les ata a la siniestra entidad que veneran.