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Fudoshin: La técnica de Kuradoh

Los viejos maestros guerreros de Shinden fueron recordados por un sistema de combate que no dependía de las armas. Los maestros fueron conocidos como los Mushin, debido a que, durante el combate, asumían un
estado que estaría caracterizado por una ausencia de pensamientos y emociones, permitiendo a la mente permanecer abierta y adaptable a todas las circunstancias.

Su sistema de combate se basó en imitar con sus brazos y piernas los movimientos de las armas de sus rivales, principalmente la espada. Al enfrentarse a sus oponentes desarmados, estos se confiaban y cometían errores que los Mushin sabían aprovechar a la perfección.

Esta eficaz manera de luchar no tardó en popularizarse, recibiendo el nombre de Fudoshin. Para practicarlo se debía asumir un estado mental calmado y de imperturbabilidad; y de ahí el nombre.

Entre todas las técnicas que utilizaban, sus rivales temían una especialmente: el Kuradoh. Esta legendaria técnica reunía todo el poder interior del conjurador y lo canalizaba a través de una bomba de energía espiritual amplificada hasta cien veces.
El poder desatado en el Kuradoh es tan feroz que, según las leyendas, Fargern Murako movió una montaña. Como curiosidad, también se dice que esa montaña sería posteriormente la entrada a la Tumba de los Reyes.

Fargern Murako fue el primer miembro de la familia real en añadir la filosofía y técnicas del Fudoshin al estilo Kein-Reyh-Zan, convirtiéndole en un luchador letal.

Siglos más tarde, Kirah Murako, el legendario Rey Dragón, desató una fuerza todavía mayor cuando utilizó la técnica Kuradoh convertido en Dragon Nindenn-Ka-Yh. Esta variante sería conocida como Raijin Kuradoh; y, debido al poder de su linaje divino desatado, los dioses dragones Kareya y Shenlong descendieron de los Cielos para unir sus poderes a los de Kirah.

También se comenta que el misterioso Lao Sifu es el último de los Mushin.

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