Hace eones, hubo una escisión de la orden de monjes guerreros de Fudén, conocidos comos los Lin Gui (o sombras del bosque). Este grupo, pese a compartir objetivos con los monjes del templo, adoptaron un comportamiento más radical, recurriendo a métodos de dudosa moralidad en caso de necesidad.
Fue este clan el encargado de popularizar un arma de extrema eficacia, la espada Ninjato. Siglos después, el Cielo se percató de la eficacia del arma. Fue entonces cuando el gran maestro del clan creó la espada Izayoi como un Ninjato imbuído de un poder sin parangón por orden del Coro de Arcángeles Seraphim.
El arma se consagró como uno de los tesoros sagrados del Cielo para destruir la Oscuridad. El arma tiene además voluntad propia y busca un dueño que sea digno de empuñarla. Por este motivo tiene inscrito «guerrero valiente» en su hoja.