Dracorumtales
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LOS CRISTALES DEL VACÍO

Cuando el primer Dragon Nindenn-Ka-Yh apareció sobre Dracorum, una gran energía fue liberada. Semejante poder espiritual fue el resultado de la unión de almas de un humano de alma pura con el draconiano elegido por la sangre divina.

El eco de esa fuerza divina fue condesado en siete cristales mágicos por siete sabios. Estos pertenecían a la guardia personal del rey de los elfos durante los años posteriores a la Guerra de los Dioses. El nombre que recibieron fue «Streeyh», pues tal era el nombre de la unidad de guardias reales que los creó.

Los sabios también fueron imbuidos con la esencia espiritual de los cristales. Esto les permitió estar en permanente «contacto» con ellos, pues eran capaces de sentir su presencia y poder rastrearlos en caso de necesidad. Dicha conexión con los cristales fue heradada por sus descendientes.

El poder de los cristales podía usarse como un terrible arma, pues juntos son capaces de desatar tal cantidad de energía, que podría barrer ejércitos enteros. Es por este motivo por el que el emperador Hazulem se interesó por ellos cuando se enfrentó a los hijos de Tobaki Murako.

Sin embargo, el verdadero poder de los Streeyh consiste en catalizar la unión de almas para el nacimiento de un Dragon Nindenn-Ka-Yh. Al resonar en conjunción con las Escamas de Dragón que guardan las cinco ramas de la Hermandad del Dragón, son capaces de unir el alma del humano elegido con el draconiano descendiente de la Sangre Divina. Es entonces cuando el heraldo de los Cielos reaparece.

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